viernes, 12 de marzo de 2010

LA CUEVA DE LA MORA



Cerca de la localidad de fitero,en lo alto de una escarpada roca, dominando el valle por donde cruza el río Alhambra, se encuentra las ruinas de un antiguo castillo. A orillas del río hay una cueva profunda llamada “Cueva de la Mora”, la cual, según creencias popular,se comunica con el castillo por medio de un pasadizo subterráneo.En tiempos de la dominación árabe,el castillo estaba ocupado por soldados musulmanes.Las luchas entre ellos y los navarros eran muy frecuentes. En el curso de una de estas batallas, un jefe de los navarros fue herido, hecho prisionero y encadenado en un calabozo. Hubiese muerto sin la ayuda de la hija del alcalde de la fortaleza. Los dos se enamoraron, como suele ocurrir en este tipo de historias. Pasados algunos meses, la familia del prisionero pudo reunir el rescate y liberarlo. De nuevo en su casa, el joven navarro no podía olvidar a su amada, y decidió entonces organizar una batida contra el castillo,a fin apoderarse del mismo y volver a reunirse con la joven. El intento tuvo éxito . Los navarros conquistaron el castillo , hicieron huir a los soldados que lo defendían y los enamoraron pudieron unirse de nuevo. Pasaron unos días en los que la felicidad de los amantes fue total, pero mientras tanto , los musulmanes habían conseguido refuerzos y regresaron con la intención de recuperar el castillo. Los navarros se defendieron con la furia y el valor, pero eran menos numerosos que sus adbersarios, y esta vez la victoria fue de los musulmanes. El joven jefe de los navarros fue herido durante la pelea y, al ver lo que ocurría, la joven enamorada corrió hacía él, y con mucho esfuerzo lo arrastró hasta un pasadizo secreto, llevándolo hasta una cueva a orillas del río. Una vez allí trató de curarle la herida,pero el guerrero sangraba mucho y necesitaba agua,así que cogió su casco para recoger un poco de agua del río. Entre tanto, los vencedores buscaban en el castillo a la hija del alcalde, que había desaparecido,pero claro esta no la encontraron.En eso uno de los vigilantes observó, desde la almena, brillar el casco del navarro, crelleron que era un enemigo que intentaba huir, disparó una flecha. El arquero tenía buena puntería y dio en el blanco.La joven enamorada fue herida de muerte.Arrastrándose consiguió llegar hasta la cueva y cayó muerta al lado, el hombre que amaba, el cual también murió después de acariciar el largo cabello de la muchacha.Los cuerpos allí quedaron, pero sus almas encontraron la paz que buscaban. Entonces allí todas las noches de luna nueva sale una mujer vestida de blanco buscando a su amado.


MARÍA ROSA MARTÍN MUÑOZ

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